miércoles, 11 de junio de 2014

DICTADURA DEL CORONEL MARCOS PEREZ JIMENES

Marcos Evangelista Pérez Jiménez (Michelena, Táchira; Venezuela. 25 de abril de 1914 - Alcobendas, España, 20 de septiembre de 2001) fue un militar y político venezolano. Alcanzó el grado de General de División del Ejército de Venezuela; y, como político venezolano, designado Presidente de la República de Venezuela provisionalmente por la «Junta de Gobierno» sustituyendo así a Germán Suárez Flamerich desde el 2 de diciembre de 1952 hasta el 19 de abril de 1953. En esta fecha la Asamblea Nacional Constituyente lo proclama Presidente Constitucional por el período 1953-1958, ejerciendo como 37º Presidente de Venezuela en dicho período.


Vida Política

Militar de carrera, Pérez Jiménez ingresa a la vida política, con su participación en el Golpe de Estado de 1945 en Venezuela, contra el gobierno de Isaías Medina Angarita, como líder de UMT y uno de los cabecillas uniformados del movimiento, fue nombrado Jefe de Sección del Estado Mayor del Ejército por la «Junta Revolucionaria de Gobierno» presidida por Rómulo Betancourt. Desde este puesto en 1948, empuja el derrocamiento del presidente Rómulo Gallegos, dando como resultado el fin del denominado Trienio Populista y la toma en funciones de la Junta Militar de la cual fue miembro y ministro de Defensa, bajo la presidencia de Carlos Delgado Chalbaud. Permaneció en funciones tras el asesinato Delgado Chalbaud en 1950, que provocó la transformación de la Junta Militar en la nueva Junta de Gobierno, con el ascenso de Germán Suárez Flamerich a la presidencia de la misma, sobre quien Pérez Jiménez ejerció una inmensa influencia, siendo en la praxis, él quien realmente dominaba.

Primeros años

Marcos Evangelista Pérez Jiménez fue bautizado así por sus padres, Juan Pérez Bustamante y Adela Jiménez. Inició su carrera militar en 1931, al ingresar a la Escuela Militar de Venezuela, egresando como Subteniente en 1933 con las más altas calificaciones. Es importante destacar que el promedio más alto en la Academia Militar de Venezuela es el de Marcos Pérez Jiménez que no ha sido superado. Luego en 1941 realiza cursos de especialización en la Escuela Militar de Chorrillos, en Lima, Perú, junto al que fuera Ministro de Fomento y Obras Públicas el General de División José del Carmen Cabrejo Mejía durante el gobierno militar del General Manuel A. Odria, siendo ascendido a Capitán a su regreso.

Elecciones de 1952

El 30 de noviembre de 1952 la Junta de Gobierno llamó a elecciones para elegir una Asamblea Nacional Constituyente que debía sancionar una nueva Constitución y dar fin al gobierno transitorio. Pero cuando los primeros resultados mostraron que el partido Unión Republicana Democrática (URD) dirigido por Jóvito Villalba y Mario Briceño Iragorry iba a ganar las elecciones, el partido oficialista Frente Electoral Independiente (FEI) (promovido por Pérez Jiménez) desconoció el triunfo y nombró a Pérez Jiménez como Presidente Provisional de Venezuela.5 Estas elecciones fueron consideradas fraudulentas por la Oposición política a Pérez Jiménez y en ellas participaron tres partidos: el oficialista FEI, COPEI y URD. En las elecciones los partidos de oposición se unieron contra el FEI con la ayuda de los partidos clandestinos (como Acción Democrática y el Partido Comunista de Venezuela), denunciando al gobierno provisional y sus atropellos contra los venezolanos y la constitución, amasando los votos de los partidos inhabilitados para competir en las elecciones. Para ese proceso la Junta había promulgado un nuevo reglamento del Consejo Supremo Electoral en el que se establecía el voto obligatorio para los ciudadanos mayores de 21 años, estrategia que eventualmente afectó al Gobierno con el triunfo del URD. El mismo día de las elecciones el Consejo Supremo Electoral suspendió los escrutinios y el 2 de diciembre Marcos Pérez Jiménez proclamó su victoria electoral. Con URD y otros partidos ilegalizados o en el exilio, y el COPEI dividido entre nuevos perezjimenistas y opositores, el 17 de abril de 1953 Pérez Jiménez es proclamado presidente constitucional para el período 1953-1958 y estuvo libre de gobernar al país en relativa calma por los siguientes años.




Presidencia

El Gobierno de Marcos Pérez Jiménez fue corto, si se lo compara con el Conservadurismo Paecista que duró 18 años (1830-1848); el Liberalismo Guzmancista el mismo tiempo (1870-1888); y el Gomecismo, 27 años (1908-1935); durante el mismo se implementaron importantes medidas orientadas a transformar el medio físico venezolano. El Presidente Marcos Pérez Jiménez siempre defendió que el poder en Venezuela debe responder a la idea de gobernar con eficacia, en función del concepto de “servir y hacer servir” atribuye responsabilidad al servidor del Estado, en razón directa de jerarquía; impone sentido de equipo a los organismos institucionales y administrativos y determina la necesidad de una doctrina a la cual debe ceñirse el Gobierno para realizar los fines del Estado.
 
 
Su gobierno fue una "dictadura" catalogada así por sus detractores, muchos de ellos perseguidos por actuaciones terroristas, como la quema de la iglesia de Santa Teresa en Caracas durante el año 19526 en la que participaron partidos como Acción Democrática y el Partido Comunista de Venezuela.
Durante los primeros 4 años de gestión gubernamental, partidos como Unión Republicana Democrática y COPEI, recibieron apoyo económico por parte del gobierno con el Banco Industrial de Venezuela según cuenta Laureano Vallenilla Lanz, Ministro de Relaciones Interiores y Presidente de dicho banco en la época. Posteriormente estos partidos se unirían a la resistencia opositora. La tendencia del gobierno Pérezjimenista fue conservadora. Pérez-Jiménez tenía intenciones en permanecer en el poder 5 años más, en lo que el consideraba el tiempo necesario para terminar la obra de gobierno mediante un plebiscito, lo que produjo un fraccionamiento en las Fuerzas Armadas que lo habían apoyado hasta entonces y que concluyeron con su derrocamiento por un movimiento militar. El 2 de enero de 1954, el Gobierno ordena la libertad de más de 400 detenidos políticos e invita a regresar a los exiliados. En febrero, circula un manifiesto clandestino del Partido Comunista de Venezuela sobre la próxima reunión en Caracas de la Conferencia Interamericana, bajo el título: «Una reunión dirigida a acentuar la dominación imperialista yanqui sobre los países latinoamericanos». El 1 de marzo queda instalada la X Conferencia Interamericana y Pérez Jiménez, en su discurso de inauguración, invoca la necesidad de la unidad continental basada en la comprensión, el sentido de asistencia recíproca y el respeto mutuo de los pueblos americanos. Durante los días de la reunión, se suceden actos de protesta en los barrios de Caracas. El 26 de marzo, es clausurada la X Conferencia y como resultado de ella, Caracas fue escogida como sede del Instituto Interamericano de Defensa Social. El 25 de abril, el mandatario, en su Mensaje al Congreso, expone lo que denomina «...la estructura técnica de las funciones estatales...», la cual no es otra que la clasificación de los más altos organismos de la administración del Estado en 3 grupos: el de la alta política, formado por la presidencia de la República y los ministerios de Relaciones Interiores, de Relaciones Exteriores, de Defensa y de Hacienda que conciernen a las directivas y orientaciones generales; el grupo de la producción, integrado por los ministerios de Fomento, de Agricultura y Cría, de Minas e Hidrocarburos, de Obras Públicas y del Trabajo que encuadran en lo relativo a la transformación racional del medio físico; y el de los servicios generales, constituido por los ministerios de Educación, de Sanidad y Asistencia Social, de Justicia y de Comunicaciones, que corresponden al mejoramiento moral, intelectual y material de los habitantes del país.
Si bien el gobierno de Marcos Pérez Jiménez fue una dictadura, se visualizaba a la democracia como el resultado tangible de la obra de un gobierno, las obras públicas, el progreso económico, el mejoramiento en la calidad de vida y no a partir de la forma de acceso al poder, porque consideraba que la democracia es, en última instancia, la realización del bien común, una forma de gobierno que exige la existencia de una nación civilizada y productiva. Por ello, primero deben crearse las condiciones materiales y espirituales que garantizarán que la democracia no degenerará en anarquía.
Con Pérez Jiménez, en 1953 el Congreso Nacional aprobó una nueva Constitución Nacional en la cual se le cambió el nombre al país de Estados Unidos de Venezuela (nombre que tenía desde 1864) a República de Venezuela sin embargo se suprimieron algunos derechos sociales establecidos en la Constitución de 1946. Como otras dictaduras latinoamericanas, Venezuela fue apoyada por el gobierno de Estados Unidos, que veía en el mandatario no sólo una pieza fundamental dentro del entramado mundial de la distribución petrolera, sino que también en la lucha contra la expansión del Comunismo en Latinoamérica. Su tendencia fue derechista, conservadora, nacionalista y militarista.
El gobierno de Marcos Pérez Jiménez consagra como “Semana de la Patria” los días que concluyen con el 5 de julio. Los destina a rendir homenaje a los héroes de la nacionalidad, en una combinación de actos en los cuales se mezclan la exaltación de los libertadores y las realizaciones del gobierno, como la reedición de nuevos tiempos dedicados a engrandecer la patria.
Empleados públicos de todos los niveles, estudiantes de primaria y secundaria y algunos grupos artísticos subsidiados desfilan en todas las ciudades ante las autoridades locales, al compás de bandas secas. En Caracas presiden las ceremonias el presidente de la República y los altos dignatarios del Estado. Cada 2 de diciembre, fecha aniversario de la ascensión de Pérez Jiménez al poder, se ratifican los postulados del “Nuevo Ideal Nacional” y son inauguradas grandes obras públicas y es recibida en Caracas la imagen de la Virgen de Coromoto, proclamada por el Gobierno como la patrona de aquellas celebraciones. Se inicia la celebración de la Semana de la Patria y en aquella ocasión, destaca la asistencia de delegaciones militares de varios países de América y Europa. Unido a estas conmemoraciones patrióticas que buscaban afincar tradiciones que expresaran lo positivo del espíritu venezolano se complementaba con la aportación de nuevas energías que ayudasen a mejorar la calidad del venezolano para ello se promovía la inversión de capitales extranjeros y la inmigración de europeos con el objetivo de mejorar el componente étnico de la nación venezolana, visión está orientada a corregir vicios de la población, que los mantienen como pueblo atrasado, mejorándolo y formándole un espíritu al trabajo que lo ayuden a comprender sus reales funciones como ciudadano. De la misma manera y en la búsqueda del “Nuevo Ideal Nacional”, con el mejoramiento integral de los habitantes del país, se promovió la “extirpación” del rancherismo, como decía el propio Pérez Jiménez, el cual consideraba uno de los males principales para el deterioro de la sociedad, para ello se censó la cantidad de ranchos y se realizó un plan con las características propias de las obras de Pérez Jiménez para residencias y súper bloques que ayudaran a cambiar el medio y la mentalidad del habitante del rancho.
Según la constitución, se debía llamar a elecciones antes del 19 de abril de 1958 y fue convocado un plebiscito para decidir si el dictador continuaba en el poder o no. El plebiscito fue ganado por Pérez Jiménez por un ancho margen para ser presidente de Venezuela para el período 1958-1963, aunque varias personas tacharon los resultados de fraude. En enero de 1958, un fallido golpe militar intentó derrocarlo, pero no sería hasta el 23 de enero cuando finalmente sería sacado del poder por las Fuerzas Armadas Nacionales. Aupados por los partidos de oposición, durante todo ese mes los venezolanos se manifestaron continuamente en las calles y atendieron a un paro general de actividades que hizo inevitable la caída del gobierno.
Presionado por un movimiento cívico militar, Pérez Jiménez decidió abandonar el poder en enero de 1958, para de esta manera, evitar derramamientos de sangre. Pérez Jiménez vivió hasta el fin de sus días en Madrid, España.


































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